Una cama articulada es un tipo de cama que cuenta con mecanismos que permiten ajustar diferentes secciones de la cama, como la posición de la cabecera, el pie de la cama y, en algunos casos, la altura de la misma. Estas camas brindan la posibilidad de elevar o reclinar partes específicas del colchón, lo que permite al usuario encontrar una posición más cómoda y ergonómica según sus necesidades específicas.
Una cama articulada dispone de varias partes regulables para ofrecer diferentes configuraciones y aumentar la comodidad del usuario. A continuación, te explicamos qué partes de una cama articulada se pueden regular. ¡Toma nota!
- Cabecera: La cabecera de la cama se puede levantar o bajar, permitiendo al usuario adoptar una posición semisentada para facilitar la lectura, ver la televisión o recibir cuidados médicos.
- Pie: El extremo de los pies de la cama también es ajustable en altura, lo que puede ser útil para elevar las piernas y mejorar la circulación o para posicionar los pies cómodamente.
- Altura: Algunas camas articuladas tienen la capacidad de elevar o bajar la altura de toda la cama, lo que facilita la entrada y salida de la cama, así como la transferencia a sillas o andadores.
- Posición: Dependiendo del diseño de la cama articulada, el colchón en sí mismo puede ser ajustado en diferentes secciones para elevar la cabeza, el torso, las piernas, etc.
- Barandillas laterales: En muchos casos, las barandillas laterales de la cama también son ajustables en altura o pueden abatirse para facilitar el cuidado o la movilización del usuario.
Todos estos ajustes permiten una comodidad y personalización dependiendo de las necesidades de cada persona. Esto es particularmente beneficioso para personas con necesidades médicas específicas, así como para aquellos que buscan un descanso más ergonómico y cómodo. La capacidad de regular estas partes de la cama articulada mejora la calidad del sueño y el confort del usuario en general.
Razones por las que se usa una cama articulada:
- Comodidad y el cuidado del paciente: Las camas articuladas permiten al personal sanitario ajustar la posición del paciente para proporcionarle el máximo confort, facilitar la alimentación, la administración de medicamentos, el aseo personal y otros cuidados necesarios.
- Previenen úlceras por presión: La capacidad de ajustar la posición de la cama ayuda a redistribuir el peso del paciente de manera más uniforme, reduciendo el riesgo de desarrollar úlceras por presión o llagas en la piel debido a la presión sostenida en ciertas áreas del cuerpo.
- Facilitan la movilización y la recuperación: Las camas articuladas pueden ser ajustadas para elevar el torso del paciente, lo que facilita la transferencia desde la cama a otras superficies, como sillas de ruedas o camillas, y promueve una recuperación más rápida postoperatoria.
- Personalización: Al permitir ajustes personalizados según las necesidades del paciente, las camas articuladas proporcionan un nivel de confort individualizado que contribuye al bienestar general y a la recuperación del paciente.
Como has podido ver, las camas articuladas son fundamentales en el sector sanitario debido a todos los beneficios que aportan. ¡Si necesitas más información sobre camas articuladas puedes ponerte en contacto con nosotros y te informaremos sin compromiso!
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